El capitán de fragata español José Posadas, con un ejército
de más de 1.200 hombres, se dirigió a Las Piedras con sus soldados para esperar
al ejército de Artigas. El Jefe de los Orientales tenía a sus órdenes unos
1.000 combatientes.
El 18 de mayo de 1811, a las 11 de la mañana, empezó la batalla. Los
españoles pelearon con bravura hasta casi la puesta del sol; pero, a pesar de
sus esfuerzos, fueron derrotados por los orientales y obligados a rendirse.
Artigas envió al
padre Valentín Gómez, a recoger el sable que -como señal de rendición- Posadas
había clavado en el piso y dar auxilio a los heridos.
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